Pues sí.

Contratar unos servicios lingüísticos profesionales es un acierto.

  

Pero eso no te exime de aprender a escribir mejor, que lo sepas.

¿Por qué?

Porque la forma en que usas las palabras dice mucho de ti.

Y esto no es una opinión, eh. 

Esto es i-m-p-e-p-i-n-a-b-l-e.


¡Ojo!


Como te esperes la panacea, te vas a llevar un chasco.

Esta guía no hace milagros. 

Los milagros los haces tú. 

Así que yo te aviso.

Esta guía te puede ayudar, pero no hará nada por ti.

Entonces la panacea no es, vale. 

Pero sí es el paso perfecto para que empieces a mejorar tu escritura.

Así que empieza, leñe.


Descarga la guía y corrige esos doce malditos errores que siempre te dejan en evidencia hacen la puñeta.

Porque no hay nada más feo que un errorsito.

Y tampoco hay nada más bonico que un texto curioso.

Las cosas bien hechas bien parecen.


¿Llevo razón?

¿No?

No ni ná que no.

Venga, pues aquí la tienes. 


Vale, decidido, ¿no?

Parece que tienes interés.

Que quieres mejorar tus dotes de redacción, que te gustaría escribir mejor, que solo te gusta que te saquen los colores para bien. 

Normal, normal, normal.


Escribir mal te puede cerrar muchas puertas. 

Y muchas ventanas.

Así que sí: bien que haces.

Solo falta que me dejes tu mejor correo para que te envíe GRATIS esta guía con la que conseguirás deshacerte de esas doce lapas que no te dejan vivir en paz, las muy pesadas.


¡Por cierto!


Al suscribirte, también aceptas que me cuele en tu bandeja de entrada muy de vez en cuando y te cuente a saber qué historia de la que acabarás sacando algo.

Te lo explicaría, pero creo que es mejor que pases y lo leas.